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El intelectual

Un tipo sin lealtad a nada, excepto a su propia razón; crítico frente a la autoridad, sobre todo frente a los poderosos; burlón, satírico, polemista y desenmascarador. No era un erudito, su preocupación era el presente; no era un académico, su estilo era periodístico. Se interesaba por las absurdas acciones de los gobiernos y por los defectos de la sociedad. Aclamaba a la razón y la convertía en el tribunal supremo de la entera organización social. Estos intelectuales declararon la guerra a los mitos, los dogmas y las supersticiones: consideraron a la Iglesia como la representante del oscurantismo, y para ellos el cristianismo era especialmente absurdo.
Dietrich Schwanitz, La Cultura.

No me importaría ser considerado intelectual si esta fuese su definición...

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Carta de amor

Querido René:

Acabo de marcar tu número para darte una explicación, pero no he tenido coraje para escuchar tu voz. Prefiero que tengas estas palabras por escrito y que las leas cuantas veces quieras. Así entenderás realmente lo que siento.

No puedes aparecer en mi vida treinta años después y pedirme que lo deje todo y te siga. No es justo. Hubiera preferido no saber ques estabas aquí. He dedicado toda mi vida a mi familia y, especialmente, a mi hermano. Ahora ya no voy a cambiar. Esto no tiene nada que ver con mis sentimientos, créeme. Te conocí a los diecisiete años y desde entonces no ha pasado un solo día en el que mi primer y mi último pensamiento no hayan sido para ti. Sin embargo, creo que hasta ayer nunca estuve segura de tus sentimientos.

Lamento que todo esto llegue demasiado tarde, pero al menos viviré los años que me queden sabiendo que a tu manera también me quisiste. Es un consuelo estúpido, pero es el único que tengo. Y a él me aferraré para no morir de pena.

No voy a seguirte, René. Si tu vida está lejos de aquí, es justo que te marches. Pero la mía está en esta ciudad. Éste es mi sitio y aquí seguiré mientras Utku me necesite. Reconozco que no tengo valor para enfrentarme a ti y contártelo mirándote a los ojos. Sé que no sería capaz de hacerlo y quizás me dejara enredar en el amor. En el amor que siento por ti, en el cariño, si quieres llamarlo así. En la desesperación, no lo sé.

Estaré una temporada fuera de Estambul. Así será más fácil para los dos. Creo que no volveré a verte nunca, y eso es al mismo tiempo una tortura y una liberación. Pero quiero que sepas que si decides quedarte, o regresas algún día, mi corazón estará abierto para ti. De nuevo eres tú el que decide, yo no sirvo para eso. Eres un hombre afortunado, aunque quizás no hayas sabido darte cuenta. Yo me habría conformado con que alguien me quisiera la mitad de lo que yo te he querido a ti.

Con todo mi cariño.


Esto es lo que Luis Leante pone en boca de Tuna en su libro La Luna Roja. Un libro, en mi opinión, mucho mejor que Mira si yo te querré, por el que le concedieron el Premio Alfaguara.

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Deep Spain



Esta es una buena muestra de lo más recóndito de la España profunda. El presidente de una comunidad autónoma que es imputado por cohecho que se ve aclamado por el pueblo.
Es la idolatración del "listo", del que ha sido capaz de utilizar sus influencias para conseguir su propósito. Eso es lo que todos haríamos, ¿no? Pues no. A algunos nos queda la suficiente moral como para distinguir dónde acaba el personaje público y dónde empieza el "común de los mortales" e incluso nos avergüenza esta alabación.


PD: ¿Os habéis dado cuenta de que en los informativos de Canal Nou (televisión autonómica valenciana) no se comenta que también había detractores de Camps a la entrada del juzgado? Pues esta es sólo una muestra más de parcialidad por parte de la televisión de Camps.

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Aprendizaje

No se puede vivir del recuerdo de un olor o una caricia, hay que aprender a vivir con ellos.

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Colo(u)mbia

Algo más que coca y café. Yo voy a tomar el riesgo de conocerla este verano :-)