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Hoy me despido

Hoy me despido de mi antigua vida. Una vida que no era mala pero que en los últimos 9 meses ha cambiado radicalmente. Ahora tengo una puerta abierta frente a mi que espero no se cierre nunca. Y es en este momento en el que me gustaría repasar los buenos momentos de estos 9 meses. Y es que no puedo recordar los malos momentos porque no han existido.


Me acuerdo de cuando nos conocimos. Éramos dos extraños a los que la fortuna los hizo coincidir. Distintos países y distintos ambientes pero a la vez tan iguales. Una noche en la que tú me confesaste que casi alteras el destino al no querer salir. Una noche en la que yo casi me despedía de tu país. Una noche que nos cambió la vida sin quererlo. Una noche en la que nos separamos físicamente pero que nos unió para siempre.


Esa noche dio lugar a los 9 meses más felices de mi vida. Unos meses que nos han cambiado pero sólo para mejor. Donde descubrimos que las relaciones a distancia no solamente son posibles sino que pueden ser maravillosas. Ninguno no de los dos creíamos en ellas pero hemos tenido que sucumbir a su poder, a su magia. Es magia que crea momentos especiales a través de una pantalla de ordenador.


Nunca podré olvidar tu cara al leer aquel cuento que te escribí. Nunca borraré de mi mente esas sonrisas robadas a los malos momentos. Nunca imaginaré mejor despertar que leyendo tus mensajes mandados desde el pasado. Nunca olvidaré todas esas frases que terminamos a la vez. Y no los olvidaré porque espero tenerte siempre a mi lado para recordármelas.


Siempre me dices que te gusta que te escriba. Por eso hoy me despido así de una vida de palabras. A partir de ahora comienza una nueva vida. Una vida junto a ti. Te quiero.

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La suerte de ser europeo

Hoy, 9 de mayo, es el día de Europa. Si os digo la verdad hasta esta mañana no lo sabía. Eso es lo que nos (y yo me incluyó) interesamos por esa entidad abstracta que llamamos Unión Europea. Esa entidad que nos trae por la calle de la amargura con su euro (¡nunca habíamos estado más atentos a la paridad con el dólar!) o que nos hace tocarnos el bolsillo cuando Grecia se va al garete. 


Parece que seguimos en la época de la Comunidad Económica Europea porque de esta organización lo único que parece importarnos es lo económico. Pero nos olvidamos de algo muy importante: nos podemos mover libremente por su territorio sin necesidad de visados. Además, gracias a la preponderancia obtenida por la incorporación a esta Unión, también podemos viajar a países como Colombia sin la necesidad que ningún papel acredite nuestra "inocencia". Se nos supone.


Cuando miramos en sentido contrario, el caso es totalmente opuesto. Si se desea venir desde Colombia hasta Holanda como turista, esta es la lista de requisitos que se exigen:

  1. Pasaporte en validez hasta 3 meses después de tu estancia en Holanda.
  2. Evidencia que demuestre el propósito de tu visita. Por ejemplo, una carta de invitación de amigos o familia, que debe ser certificada por el ayuntamiento correspondiente.
  3. Documentos que demuestren la solvencia económica (al menos, 34 euros por persona y día) durante la estancia y los viajes de ida y regreso.
  4. Declaración de garantía en la que se atestigüe que "no eres un peligro para el orden público ni para las relaciones internacionales de alguna de las partes implicadas".
  5. Prueba de tenencia de empleo mediante una carta del empleador.
  6. Una o más nóminas.
  7. Uno o más resguardos bancarios.
  8. Prueba de que el viaje ha sido reservado.
  9. Documentos que demuestren que vas a volver a Colombia (por ejemplo, matrícula de los hijos en la escuela).
  10. Documentos que demuestren que cuentas con un seguro médico adecuado (adecuado = cobertura mínima de 30.000 euros).
  11. Fotografías de tamaño pasaporte.
  12. Pago del coste de la tramitación del visado: 60 euros.
¿Qué les parece? ¿A que ahora se sienten mucho más reconfortados por ser europeos y poder planear sus vacaciones sin tanta burocracia? Pues eso... ¡feliz Día de Europa!

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José Tomás sólo es un torero

A pesar de la dilapidación popular que esto me puede suponer lo tengo que escribir: a José Tomás simplemente le ocurrió lo que le ocurre a quien se pone delante de un toro. Él lo sabe pero parece que el resto de la humanidad cree que los toros no cornean y que cuando lo hacen esto debe ser tomado como primicia.




¿Os imagináis que Iker Casillas saliese en portada cada vez que le meten un gol? ¿O cada vez que un actor no consigue conectar con el público? ¿O cada vez que Pau Gasol falla un tiro libre? De acuerdo, ahora me diréis: "¡Es que José Tomás juega con su vida!" Muy bien. Pues entonces ¿os imagináis que cada vez que un policía muere en acto de servicio se montase este revuelo? En mi opinión, se lo tendría mucho más merecido que este torero que lo único que hace es entretener a la gente. ¡Ale, ya lo he dicho! Y para acabar en par de puntualizaciones y una pregunta.


Las puntualizaciones:


1. No me gusta el toreo.
2. José Tomás me cae bien.


La pregunta:


¿El toreo puede ser considerado un deporte para salir en diarios deportivos como As o Marca?