Ella me acompaña cuando decido si es más importante la vida profesional que la personal. Cuando tengo que decidir si quiero vivir apartado del mundo pero haciendo lo que me gusta o, por el contrario, prefiero estar "en comunidad". Ella siempre estará allí.
Porque ella me acompaña en casi todo lo que hago. Cuando llueve como hoy y cuando brilla el sol. Cuando cocino o cuando trabajo. En los grandes momentos y en los pequeños grandes momentos. Para ayudar a recordar o a olvidar. Siempre está al pie del cañón.
Porque ella nunca me abandonará, yo le seré fiel por siempre. Ella se lo merece.
El feminismo y yo
Hace 1 mes
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