Hoy se acaba el año en que murió mi principal valedor, mi fan número 1.
El año en el que empecé a twittear.
El año en el que disfruté 12 días en el paraíso.
El año en el que pasé de tormentos presenciales a amores semivirtuales.
El año en el que empecé a fumar.
El año en el que supe que puedo y debo ser un buen jefe.
El año en el que me aprendí de memoria el catálogo de Ikea.
El año en el que el tren fue mi compañero de fin de semana.
El año en el que conocí un poco más de países como Serbia, Colombia, Vietnam, Portugal o India.
El año en el que me adapté a ser sordo funcional.
El año en el que pasé de escuchar y aprender a actuar y aprender.
El año en el que la música fue mi terapia.
El año en el que todo lo malo fue para bien y todo lo bueno fue mucho mejor de lo esperado.
El feminismo y yo
Hace 1 mes
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