El penúltimo episodio del tema de las listas de Acción Nacionalista Vasca (ANV) incluye las declaraciones del portavoz del PSOE, Diego López Garrido, afirmando que "en estos momentos no procede" iniciar "procesos de ilegalización alguna" porque está logrado el objetivo de dejar a Batasuna fuera de las elecciones.
Y es esta última parte de sus declaraciones la que a mí me crea mis dudas. Y me las crea en dos sentidos:
- ¿De verdad cree López Garrido que Batasuna está fuera de las elecciones? Sin ser ningún experto en el tema, escuchar a Pernando Barrena, portavoz de Batasuna, pedir el voto para este partido no me sugiere que se le estén cortando las alas a este partido ilegalizado. Siempre teniendo en cuenta el espectacular crecimiento de militantes que ha tenido esta agrupación en los últimos tiempos.
- Y la cuestión es: ¿debe estar Batasuna fuera de las instituciones? En su momento, la Ley de Partidos me pareció controvertida y si os digo la verdad, me lo sigue pareciendo. Y no soy el único porque Javier Pérez Royo, catedrático de Derecho Constitucional, y convencido defensor del Gobierno en otros temas, en un artículo para El País dijo lo siguiente:
La privación del ejercicio del derecho [de sufragio], en su doble vertiente [activo y pasivo] insisto, es, en consecuencia, la negación de la igualdad, la negación de la condición de ciudadano de la persona a la que dicha privación afecta. Por eso no es posible el establecimiento de límites para el ejercicio del derecho. Los dos únicos que se admiten son la condena mediante sentencia judicial firme por un delito que lleva aparejada la pérdida del ejercicio del derecho de sufragio durante el tiempo que indica la sentencia o la incapacidad judicialmente declarada. Fuera de estos dos supuestos, no es posible impedir el ejercicio del derecho de participación.
Arnaldo Otegi no está privado del ejercicio del derecho de participación política en ninguna de sus vertientes. No solamente tiene derecho a votar por la candidatura que estime pertinente, sino también a figurar en una candidatura que pueda ser votada por sus conciudadanos. Arnaldo Otegi es tan ciudadano español como cualquier otro. Es posible que a él no le guste serlo, pero lo es. Y mientras lo sea, no puede ser privado del ejercicio del derecho de participación política, excepto por las dos vías antes mencionadas.El Gobierno comenzó un valiente proceso de diálogo con la banda terrorista y entonces yo les apoyé pero con sus actuaciones actuales y con las manos atadas tras el lamentable atentado de la T4, está dando muestras de debilidad en la gestión de este tema.
Si realmente está decidido a avanzar hacia la paz se deben dar pasos adelante y permitir que los batasunos se presenten a las elecciones. De esta manera se podría calibrar el apoyo con el que cuentan en el País Vasco actualmente y se evitarían esas lamentables declaraciones de los abertzales reclamando "un proceso democrático".
¿Qué saben ellos de democracia? Pongámoslos a prueba y lo sabremos. No estamos hablando de ponerles una pistola en las manos. Eso sabemos que lo saben hacer muy bien, sino de ponerles delante de un parlamento en donde deben defender sus ideas como todos los demás.
La oscuridad de las mesas de reunión clandestinas parece que les favorece. Pongámoslos delante de la luz y los taquígrafos de la vida política y veamos quién juega mejor sus cartas: ellos con sus cartas marcadas o nosotros con nuestra experiencia democrática.
Fotografía | Los dirigentes de ANV Antxón Gómez y Raúl Barrena (Agencia EFE)
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