Este señor que habla es Emilio Calatayud y es Juez de Menores de Granada y es un ejemplo de sentido común. Algunos le califican como el "juez de las sentencias ejemplares" y no les falta razón. Este hombre dice lo que muchos pensamos y no hace lo que unos cuantos le dicen, como otros. Y eso ya es digno de admiración en este país tan politizado. Los medios de comunicación están divididos entre afines al Gobierno y detractores. Los equipos de fútbol son "el equipo del Gobierno" o las banderas que enarbolan ciertas autonomías para pregonar su nacionalismo. Los actores son unos rojos mientras que los banqueros son unos fachas. Toda esta trama de interés políticos nubla la mente de la independente Justicia y la lleva a decisiones incomprensibles. Por eso este hombre es excepcional y digno de elogio: porque dice y hace lo que hay que hacer. Y lo dice con el gracejo de su tierra y la afilada precisión de un clásico como Bertold Brecht:
Primero, se llevaron a los negros, pero a mí no me importó, porque yo no lo era; en seguida se llevaron a los judíos, pero a mí tampoco me importó, porque tampoco lo era; después, detuvieron a los curas, pero como yo tampoco soy religioso, tampoco me importó; luego apresaron a unos comunistas, pero como yo tampoco era comunista, tampoco me importó; ahora me llevan a mí, pero ya es tarde.
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