El último trayecto de Horacio Dos

Ahora sí que voy retrasado, pero cuestiones profesionales y personales no me han dejado el tiempo necesario para leer. Esperemos que mayo sea un mejor mes en todos los sentidos.

Contraportada: la versión oficial

Al comandante Horacio Dos le ha sido asignada una incierta misión en atención a su incompetencia y desfachatez. Como jefe de una estrafalaria expedición, surcará el espacio en condiciones extramadamente precarias junto a los pecualiares pasajeros de su nave - los Delincuentes, las Mujeres Descarriadas y los Ancianos Improvidentes-. En este viaje, que les deparará incontables aventuras, habrá paternidades y filiaciones secretas, espectáculos cortesanos que ocultan una realidad cutre y desportillada, luchas por sobrevivir de pillos y buscavidas, y mucho susto y sorpresa.
¿Un relato futurista? ¿Una alegoría satírica? ¿Una novela de género? Ninguna de estas tres cosas aisladamente, y al mismo tiempo todas ellas: El último trayecto de Horacio Dos. Una divertidísima y muy sabia fabulación que participa de la ironía, de la parodia, del folletín y de la picaresca y que, en un recorrido sideral, nos lleva a descubrir nuestra propia condición tras una galería de máscaras muy humanas.

Mi humilde opinión

Mendoza tiene mucho de Buenafuente o al revés. Me explicaré antes de que creáis que me he vuelto majara. Desde su paso por TV3 con programas como Sense Títol o La Cosa Nostra, Buenafuente ha creado un modelo de programa de entretenimiento a partir de su humor inteligente que, con ligeros retoques, ha perdurado en el tiempo y le ha asegurado el éxito allá donde ha estado. Pues bien, Mendoza, manejando siempre los mismos mimbres literarios, ha conseguido forjarse un reconocimiento en el panorama literario español.
Yo diría de Mendoza que es el rey de la ironía. Sus personajes siempre esperpénticos muestran el lado más canalla de la sociedad y hacen que el lector pasee por las páginas de sus libros con una sonrisa entre los labios, con accesos de carcajada en ciertos momentos. Evidentemente y como ocurre con cualquier escritor, tiene mejores y peores libros. Sin embargo, Mendoza permanece siempre fiel a su estilo y garantiza un buen número de momentos hilarantes en cualquiera de sus libros.
El último trayecto de Horacio Dos probablemente no sea su mejor libro pero también es posible que ésta no fuera la intención del autor. De hecho y como bien me comentó un sabio lector, El último trayecto... parece un entretenimiento para el propio escritor, una especie de juego de improvisación en el que Mendoza no ha empleado demasiado tiempo. Esta vez ha querido salir de sus tradicionales escenarios barceloneses y ha jugado con un argumento futurista pero los originales nombres de los personajes (¿quién sino él podría llamar a un personaje Graf Ruprecht von Hohendölfer, D. D. M. de F., alias Tontito?) o la retranca de juegos de palabras sabiamente repetidas a lo largo de la novela indican que el "estilo Mendoza" sigue ahí.
De inicio te podrá gustar más o menos pero si caes abducido por el hechizo de su afilado verbo, Mendoza siempre será capaz de provocarte una sonrisa. Como Buenafuente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo me estoy leyendo el último de Eduardo Mendoza, "El asombroso viaje de Pomponio Flato".
No me había leido ninguno de él y me está gustando bastante. Veo que el autor sigue en este libro lo que explicas sobre otros: irónico, divertido, con personajes excéntricos, etc.
Eso sí, en este no va al futuro sino al pasado, con Jesús, María y José como personajes "invitados"...

Raúl Velasco dijo...

Mi padre se lo acaba de terminar y me ha contado que el Pomponio Flato este está bien. El hecho de que Jesús, María y José "monten el belén" seguro que lo hace interesante.
Buena muestra de su estilo es el nombre de Pomponio Flato: se lo pone al personaje porque, digamos, que le sobra aire que tiene que expulsar de alguna manera... ¡¡Estilo Mendoza total!!

Àngels dijo...

Oye, Rave, muy ocupado? nos tienes un poco olvidados... jeje...
;)

Raúl Velasco dijo...

Sí, la verdad es que ando bastante liadillo últimamente (trabajo, Proyecto...). No me ha dado tiempo ni a hacer las críticas de los últimos dos libros que me he leído...
Supongo que en agosto y, sobre todo en septiembre (que ya habré dejado de trabajar), tendré mucho más tiempo para surtiros de posts jugosos.
¡¡De todas maneras, me alegra que sigáis al pie del cañón revisando el blog!!