Malditas elecciones

Acaba de empezar oficialmente la campaña electoral y ya estoy saturado.
Todo son buenos propósitos pero como dice la cultura popular todo es "prometer hasta meter y después de haber metido, olvidar lo prometido".
Así tenemos el compromiso de la celebración de un Gran Premio de Fórmula 1 en la ciudad de Valencia pero sólo si gana uno de los candidatos. ¿Tendrá algo que ver que el delfín del magnate de esta competición (que no deporte) sea un ex-secretario general del PP europeo? Algo de eso habrá...
Tenemos inauguraciones precipitadas o incluso duplicadas. También tenemos campañas efectistas de partidos que no sabemos de qué pie cojean y vídeos de partidos que no pueden evitar esconder que para ellos tiempos pasados, siempre fueron mejores. Aunque no son los únicos que miran atrás porque sus adversarios están encantados de hacerlo aunque no toque.
De nuevo, le tendré que dar la razón al gran Joaquín y diré:

La política es demasiado importante para dejarla en manos de los políticos profesionales: tenemos que ocuparnos de ella los propios ciudadanos

Y añadiré: para ello deberemos votar en conciencia sin dejarnos llevar por los fuegos de artificio que unos y otros nos disparan en nuestras narices. Eso sí: si no votas, ¡cállate!

Fotografía | Votar de Morrissey