Contraboicot

Como el Vaticano insta a sus fieles a boicotear a Amnistía Internacional por su posición a favor del aborto, yo insto a todas las comunidades en las que me veo representado a que boicoteen la financiación de esa gran empresa llamada Iglesia Católica.
Así hago un llamamiento a los jóvenes de 25 años, a los ingenieros químicos, a los bloggers, a los becarios, a los zamoranos, a los alicantinos, a los lectores, a los que tienen una prima en Londres y en definitiva a todo el mundo (los altos, los bajos, los gordos, los flacos, los de allá y los de acá) a que el año que viene (este año hemos llegado tarde) no marquen la cruz que destina el 0,7 % de sus impuestos a la financiación de la Iglesia Católica.
La fuerza de mi opinión puede que no sea equiparable a la del señor Ratzinger pero estoy tan legitimado como él para inmiscuirme en la vida personal de cada miembro de estas comunidades. Puestos a hacer la puñeta, la hacemos todos...