Algunos libros triunfan por la fama de sus autores, otros por la riqueza de su lenguaje, unos cuantos lo hacen por su intrigante trama, otros por la identificación del lector con los personajes y unos pocos por la mirada diferente que nos ofrecen. Y de este último tipo es El niño con el pijama de rayas.
Poner en la voz de un niño el relato de una "cosa de mayores" suele dar buen resultado. Y sino observen el éxito de El curioso incidente del perro a medianoche de Mark Haddon. Un millón y medio de copias vendidas y sumando.
De hecho, ambos libros comparten algunos detalles: ambos están escritos por novelistas británicos jóvenes, en ambos el protagonista es un niño y por ello se utiliza un registro adaptado a su edad hecho que los puede encuadrar dentro de la literatura juvenil e incluso en España comparten la misma editorial (Salamandra). Son tantos los puntos en común que incluso se puede llegar a sospechar de la creatividad de Boyne a la hora de plantear el libro. Eso sí, nadie dijo que reproducir una idea sea fácil y en este caso el autor lo hace con extraordinaria solvencia.
Todo el mundo sabe lo que va a pasar en las pelis de terror (véase la reciente El orfanato) pero no por ello son malas películas. Forman parte de un género como el que podrían formar los libros con "protagonista infantil que desvelan al lector adulto cuan absurdas son en ocasiones las actuaciones de estos".
Poner en la voz de un niño el relato de una "cosa de mayores" suele dar buen resultado. Y sino observen el éxito de El curioso incidente del perro a medianoche de Mark Haddon. Un millón y medio de copias vendidas y sumando.
De hecho, ambos libros comparten algunos detalles: ambos están escritos por novelistas británicos jóvenes, en ambos el protagonista es un niño y por ello se utiliza un registro adaptado a su edad hecho que los puede encuadrar dentro de la literatura juvenil e incluso en España comparten la misma editorial (Salamandra). Son tantos los puntos en común que incluso se puede llegar a sospechar de la creatividad de Boyne a la hora de plantear el libro. Eso sí, nadie dijo que reproducir una idea sea fácil y en este caso el autor lo hace con extraordinaria solvencia.
Todo el mundo sabe lo que va a pasar en las pelis de terror (véase la reciente El orfanato) pero no por ello son malas películas. Forman parte de un género como el que podrían formar los libros con "protagonista infantil que desvelan al lector adulto cuan absurdas son en ocasiones las actuaciones de estos".