El arte de amar

Y ya hemos dado cuenta del segundo. En este caso se ha tratado de un breve ensayo sobre el amor de uno de los clásicos del psicoanálisis, Erich Fromm.

Contraportada: el resumen oficial


Libro lleno de verdades sobre la sociedad contemporánea, las barreras que erige entre sus miembros y la realización del amor. Su finalidad es convencer al lector de que todos sus intentos de amar están condenados al fracaso, a menos que procure desarrollar su personalidad total; la insatisfacción en el amor individual no puede lograrse sin la capacidad de amar al prójimo, sin humildad, coraje, fe y disciplina.


Mi humilde opinión

No suelo ser partidario de leer libros sobre psicología o lo que últimamente se ha venido llamando "autoayuda" pero El arte de amar no es para nada un libro que se pueda englobar en esta categoría. No tiene recetas mágicas para ser el más ligón del barrio ni cuenta las "verdades" del amor. Se limita a decir que amar es "vivir de la forma correcta" lo cual es claramente incompatible con la forma de vida capitalista:
La felicidad del hombre moderno consiste en "divertirse". Divertirse significa la satisfacción de consumir y asimilar artículos, espectáculos, comida, bebida, cigarrillos, gente, conferencias, libros, películas... todo se consume, todo se traga. El mundo es un enorme objetivo de nuestro apetito, una gran manzana, una gran botella, un enorme pecho; todos succionamos, los eternamente expectantes, los esperanzados... y los eternamente desilusionados.
Frente a esta succión material, Fromm defiende el amor que se da y no tanto el que se recibe. Considera el acto de amar como un ejercicio de generosidad con el que tratamos de superar la soledad que tanto nos angustia y mediante el que nos formamos como personas. Porque el amor, según Fromm y que coincide con mi propia opinión, no se limita a la pareja. Eso es un "egoísmo a dos". Se trata de "amar al prójimo" sea quien sea, marido/mujer, familia, conocido o desconocido, o incluso Dios.
Precisamente, la parte del libro en la que el psicoanalista comenta el amor a Dios fue la que se me hizo un poco más pesada pero en eso, sin duda, habrá influido mi completo desprecio hacia las religiones sean del signo que sean. Salvaría, sin embargo, la parte en la que se diferencia la "fe irracional" de la "fe racional". La primera no se debe a convicciones argumentadas sino a creencias mientras que la segunda es la confianza en la ocurrencia (o no) de algo por el análisis de las circunstancias que lo rodean. La primera es la base de las inútiles religiones que pueblan el planeta y la segunda representa la confianza en la propia razón que es tan poco frecuente en esos mismos lares.
En definitiva, el libro me ha gustado porque comulgo con las ideas que comunica y transmite un estilo de vida diferente al consumismo feroz de casa-coche-teledeplasma-gafasDolceGabbana. En este sentido, me ha recordado a otro clásico reciente de la psicología Elogio de la lentitud de Carl Honoré y recomendaría la lectura de ambos libros a aquellos que quieran conocer estilos de vida diferentes sin que le vendan la moto.

Tercer libro del año: La mancha humana de Philip Roth.

PD: Gracias Pablo por meterme el gusanillo de este libro que llevaba tantos años escondido en una estantería de mi casa.

2 comentarios:

Àngels dijo...

Tomo nota!

Àngels dijo...

Hola,
muchas gracias por el préstamo.
Aun no he podido ponerme.
Ya te cuento.