La casa de los líos

A pocas semanas de las elecciones generales del 9 de marzo parece que se han abierto las hostilidades en el Partido Popular. Se ha roto esa supuesta unicidad dentro del partido, ese pensamiento único en el que todos los dirigentes populares iban juntos cual Fuenteovejuna.
Ha quedado claro quién manda en el PP y ese no es Rajoy sino un señor al que algunos consideran criminal de guerra. Y manda mucho porque ha fichado a un azote del Gobierno hasta ahora fuera de la política como Pizarro, ha eliminado adversarios para la colocación de su esposa como alcaldesa de la capital de España y por si fuera poco ha visto como ex-ministros de sus Gobiernos siguen apareciendo en las listas del partido a pesar de sus manifiestos errores.
Ha quedado también muy claro el desprecio de Gallardón por los ciudadanos madrileños al insinuar su intención de abandonar la política. La alcaldía era una mera plataforma de lanzamiento hacia la presidencia del Gobierno. ¡Ay, si Madrid hubiese sido elegida sede de las Olimpiadas de 2012! Alberto hubiese tenido medio trabajo hecho. Pero no fue así y ahora ya Madrid no le interesa, no le sirve.
Yo le recomendaría que dejase el Partido Popular llevándose unos cuantos votos. Creo que hay partidos de derecha de reciente creación que andan escasos de personal... y de votos. Ellos se lo agradecerían y los votantes de la izquierda estaríamos encantados de repartir nuestras críticas entre esta derecha dividida.