Sin lugar a dudas, la guerra del agua se ha recrudecido últimamente con el tema del minitrasvase a Barcelona.
Al margen de los datos que fueron publicados en el diario Público, y cuyo diagrama se muestra a la izquierda (pinchad sobre ella para verla ampliada), que demostraban la distinta entidad y destino de esos trasvases, a mi me gustaría aportar otro dato más sobre la necesidad del trasvase que tanto piden los barones del PP valenciano, murciano y andaluz.
La Confederación Hidrográfica del Júcar publica en su página web un informe de seguimiento de la sequía en las comarcas que son abastecidas por río y afluentes pertenecientes a esta confederación.
En él se analizan 34 indicadores representativos del estado de la cuenca que se utilizan para evaluar el riesgo de restricción. Este riesgo es clasificado mediante un índice que califica la situación como NORMAL, PREALERTA, ALERTA o EMERGENCIA. Si en dos meses consecutivos la situación fuese clasificada como de EMERGENCIA, se pondrían en marcha los planes de actuación correspondientes que en caso de extrema emergencia derivarían en el planteamiento de trasvases desde cuencas excedentarias.
Pues bien, mi ciudad Alicante en la que por cierto hace años que no sufrimos restricciones de agua para consumo doméstico pero que por lo visto es una de las más necesitadas de agua según el sr. Camps, contamos con un índice que desde mayo de 2007 a febrero de 2008 nunca ha salido de la clasificación de NORMAL.
Los conspiranoicos alegarán que estos datos son tendenciosos porque las confederaciones hidrográficas dependen de la administración central pero la cruda realidad es que de nuestros grifos hace muchos años que sale agua sin restricción.
Al margen de los datos que fueron publicados en el diario Público, y cuyo diagrama se muestra a la izquierda (pinchad sobre ella para verla ampliada), que demostraban la distinta entidad y destino de esos trasvases, a mi me gustaría aportar otro dato más sobre la necesidad del trasvase que tanto piden los barones del PP valenciano, murciano y andaluz.
La Confederación Hidrográfica del Júcar publica en su página web un informe de seguimiento de la sequía en las comarcas que son abastecidas por río y afluentes pertenecientes a esta confederación.
En él se analizan 34 indicadores representativos del estado de la cuenca que se utilizan para evaluar el riesgo de restricción. Este riesgo es clasificado mediante un índice que califica la situación como NORMAL, PREALERTA, ALERTA o EMERGENCIA. Si en dos meses consecutivos la situación fuese clasificada como de EMERGENCIA, se pondrían en marcha los planes de actuación correspondientes que en caso de extrema emergencia derivarían en el planteamiento de trasvases desde cuencas excedentarias.
Pues bien, mi ciudad Alicante en la que por cierto hace años que no sufrimos restricciones de agua para consumo doméstico pero que por lo visto es una de las más necesitadas de agua según el sr. Camps, contamos con un índice que desde mayo de 2007 a febrero de 2008 nunca ha salido de la clasificación de NORMAL.
Los conspiranoicos alegarán que estos datos son tendenciosos porque las confederaciones hidrográficas dependen de la administración central pero la cruda realidad es que de nuestros grifos hace muchos años que sale agua sin restricción.
2 comentarios:
Es que esa es la pregunta: si no tenemos cortes y la escasez no aparenta tan palpable, a qué tanta manía con el agua?
Hombre, está claro que el tubo-trasvase a Barcelona toca la moral, pero allí sí hay restricciones (creo).
Pues eso, que se trata de una cuestión política y que además se recuerda cuando conviene. Primero trasvase sí, antes de elecciones trasvase no, y ahora otra vez que sí...
No lo dudeis se trata de un tema puramente político. El problema del agua en la Comunidad Valenciana al igual que en todo el litoral mediterraneo está solventado técnicamente mediante el programa AGUA. Pero eso no interesa decirlo. Y a Barcelona se plantea el minitrasvase porque no llegan a tiempo para terminar las obras de la macrodesaladora para el Área de Barcelona.
La opción de la desalación tiene mayores costes ecológicos a priori, pero te da una gran ventaja, que es la autonomía de recursos. Uno desala en función de sus necesidades y ya no depende de trasvases de otras cuencas.
Otra discusión es si los Aragoneses están legitimados para darnos lecciones de aprovechamiento de recursos cuando todavía la cuenca del Ebro es la única que está sin regular y periodicamente se desborda. Es muy falcil hablar de gestión cuando a uno le sobran los recursos. Pero en la Comunidad Valenciana ya existían sistemas de riego con restricciones y optimización de recursos cuando esta zona pertenecía a los Musulmanes.
No creo que nadie nos pueda dar lecciones de gestión. Por lo menos a los particulares y a los agricultores de la huerta valenciana o murciana. Aunque como siempre haya unos pocos que a través de la especulación pretendan aprovecharse de esos recursos para hacer campos de golf y megaurbanizaciones.
Aunque ya medirán en que se diferencia eso de la megaciudad del juego que ahora quiere hacer el govierno de Aragón en los Monegros...
Saludos.
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