Gracias a un post que ahora no consigo ubicar, llegué a este artículo de Javier Marías sobre los blogs. En primer lugar, el escritor confiesa ser un neófito en esto de las nuevas tecnologías:
"El ordenador ha vuelto a no gustarme, lo siento; pero ya que lo tenía en mis manos durante unos días, aproveché para navegar un poco por Internet, por primera vez en mi vida o casi".
Sin embargo, no teme criticar lo que él mismo confiesa no conocer. Critica la crítica:
"No entiendo que tantos escritores tengan un blogpropio y le dediquen, por fuerza, numerosas horas de su tiempo, porque me parece equivalente a esto: uno va a un bar, se sienta a una mesa y habla de lo que sea, y a continuación está expuesto a que cualquieracoja una silla y le suelte a su vez su rollo o -con demasiada frecuencia- sus imprecaciones".
Incluso critica el mero hecho de comunicarse:
"¿Cuál es la gracia de estas tertulias escritas? ¿Ver que uno provoca reacciones? ¿Tener la comprobación inmediata de que lo que expone no cae en el vacío? ¿Llevar una vida "interactiva" (y perdonen el adjetivo)? Debe de haber mucha gente solitaria, o que aguanta la soledad -ese gran bien- pésimamente".
¿Cuál será entonces su objetivo al publicar libros? Si únicamente escribe como descarga personal no necesitaría publicar. Podría dejar sus manuscritos guardados en algún armario y revisitarlos periódicamente en caso de necesidad.
Además, no duda en hacer gala de su antipatriotismo (un poco snob, en mi opinión) al afirmar que los blogs son mucho más civilizados. Me pregunto cuántos blogs de uno y otro lado del charco habrá visitado asiduamente...
"Hay en este mundo, o eso parece, una desproporcionada cantidad de odiadores, o llámenlos negativistas, resentidos, amargados, venados. No tantos en losblogso foros en inglés. En esa lengua la gente es más propensa a emitir sus opiniones, a discutir civilizadamente, a pedir una información o aportar otra interesante y útil".
Creo que don Javier tiene un claro diagnóstico: miedo a lo desconocido acompañado de una fobia hacia la crítica. Es extraño que alguien tan bregado como él en la crítica feroz (hay ejemplos variados) se achante de esta manera. Tal vez no es tan agradable criticar como ser criticado.
Si, don Javier, vuelve a equivocarse y navega por segunda por Internet y cae por esta página, por favor comente, que aquí le trataremos con el mayor de los respetos y las cortesías.
PD: A pesar del tono crítico de este post y de las opiniones que el escritor pueda tener sobre los blogs e Internet, Javier Marías me parece un estupendo novelista. Lo cortés no quita lo valiente.
Fotografía | Desconectado por Judge Alek
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