Como los obispos

Aunque me dé algo de grima voy a coincidir con la Iglesia en algo y a continuación os presento una serie de recomendaciones de "no-voto". Ya ofrecí un anticipo en mi último post pero creo que la gran mayoría de partidos (por no decir la totalidad de ellos) tienen al menos una razón por la que no merecen ser votados. Por esto y como medida de distanciamiento del clero, yo sí pondré nombres y apellidos a mis acusaciones y las dirigiré en todas direcciones.

PSOE: En los últimos meses de la legislatura se está dedicando a hacer una política de fácil digestión que ensombrece su buena labor durante los 3 años precedentes. Se ha dejado contagiar por los miedos del PP: la economía y el terrorismo.
Que dicen que la economía va mal, pues se regalan 400 euros por contribuyente y año y se dice que es una medida progresista y progresiva, cuando ni es progresista vaciar las arcas públicas con tantos compromisos sociales adquiridos (ley de dependencia, "cheque-bebé", planes de becas...) ni es progresivo dar lo mismo a pobres y a ricos. Si además dicen que Batasuna es muy mala, pues se ilegalizan sus partidos satélites y se vuelve a cerrar la puerta a futuras negociaciones.

PP: Ya he manifestado mi profundo hastío con la política del Partido Popular pero creo que en los últimos días ha comenzado el desmoronamiento de la táctica de judicializar la política: se ha exhonerado a Montes y sus compañeros de su presunta mala praxis en el caso Leganés y se ha desestimado el recurso de inconstitucionalidad de la Ley de Igualdad. Esto son sólo dos de estos casos, pero también se han recurrido la Ley de Matrimonio Homosexual o la asignatura de Educación para la Ciudadanía, entre otros. Un partido que quiere jugar sus partidos en los juzgados y no en la arena pública no merece el voto.

Izquierda Unida: De izquierdas son, lo de unida no lo tengo tan claro. Sólo hay que ver los tejemanejes que se traen en la Comunidad Valenciana donde la coalición se ha escindido en dos por las luchas internas por el poder. Si no son capaces de gobernarse ellos mismos como lo van a ser de gobernar un país.


Unión, Progreso y Democracia: o el partido de Rosa Díez, esa mujer leal que le estuvo haciendo el juego al PP durante sus últimos años en el PSOE. Esa gran perdedora de elecciones que ha tenido que buscar en la derecha esa cuota de poder que no pudo obtener en la izquierda.


CiU, PNV, BNG y demás formaciones nacionalistas: por su mera condición de nacionalistas son excluyentes y por lo tanto egocéntricas.



He intentado repartir el espacio para cada partido de una forma democrática y más o menos proporcional a su número de votos en las últimas elecciones, aunque no me gustaría dejar de mencionar una última opción que también cuenta y es progresista: el voto en blanco. Este también cuenta. Ústedes deciden.

PD: Este post tiene 2 efemérides: es mi primer post que llega a los ojos de la Red Progresista y es la entrada número 100 de esta segunda versión de A Capella.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre un buen post. Mensaje corto, claro y preciso.

Me alegra saber que formas parte de RP.

Un saludo

Raúl Velasco dijo...

Como diría el rey, me llena de orgullo y satisfacción que un extraordinario bloguero como tú, Júcaro, alabe mi trabajo.
Siempre serás bienvenido por aquí.