¡¡Qué sabran ellos!!

Que las palabras Constitución y democracia estén en la boca de un jerifalte de la iglesia católica es una ofensa. Como también lo es que se hayan adueñado de la calle con sus multitudinarias manifestaciones. Sí, he dicho multitudinarias, porque a pesar de no ser tantos como ellos dicen, son muchos más de los que deberían ser.
Una institución que trata a sus militantes como borregos diciéndoles lo que deben creer, que está anclada en el más profundo anacronismo y que hace oídos sordos a las abominables declaraciones de uno de sus miembros (nunca mejor dicho) sobre los abusos a menores, no se merece tener tanta audiencia y mucho menos, la callada connivencia del Gobierno que sigue sin dar una contundente respuesta a tales provocaciones.

1 comentarios:

Samu dijo...

que grande la entrevista al curita ese... Que poquísima vergüenza tienen algunos.


Si es que la culpa es de los padres que l@s visten como putas...